La Selección Argentina, por aquel entonces comandada por Francisco "Pancho" Ferraro, llegó a la cita mundialista de Holanda en 2005 tras lograr la tercera posición en el campeonato Sudamericano de la categoría. Y en el máximo certamen, el cual conquistó, escaló hasta semifinales, instancia en la que enfrentaría a su clásico rival en un cotejo de gran importancia.
¿Cuáles fueron los pasos albicelestes antes de jugar este épico encuentro? Argentina comenzó su participación en el Grupo D con el pie izquierdo, ya que cayó frente a Estados Unidos por 1 a 0. En sus siguientes dos compromisos levantó vuelo y superó 2-0 a Egipto y 1-0 a Alemania. En la siguiente fase, ya en octavos de final, lo esperaba Colombia, equipo al que venció 2-1; y en cuartos de final dejó en el camino a España tras imponerse por 3 a 1 con notable contundencia.
Así fue protagonista en el día de la semifinal, cuando se encontró con un viejo conocido: Brasil. Aquel martes 28 de junio de 2005, hace quince años y un puñado de días más, Lionel Messi daría sus primeros chispazos para avisar que su talento era cosa seria. Nuestro actual capitán, y mejor jugador de la época, sería la gran figura de aquella contienda. El delantero argentino apareció rápido en el encuentro anotando el primer tanto a los siete minutos de juego, fruto de un excelente remate desde larga distancia que dejó postrado al arquero brasileño. Sin embargo, el Scratch logró empatar a poco del final del partido a través de un cabezazo de Renato. Pero aún había tela para cortar en esta historia. Pasados los 90 minutos, ya en tiempo de descuento y con un alargue que asomaba, la Pulga picó fuerte: la agarró sobre la izquierda, dejó atrás a Edcarlos, desbordó y tiró el centro, Sergio Agüero no alcanzó a rematar y pero Pablo Zabaleta, que también se encontraba en zona de disparo, concretó la acción con un zurdazo ganador: la pelota se desvió en la pierna de Fabio Santos y sobrepasó la línea de festejos, desatando la algarabía de todo el plantel argentino. Así, la Selección Nacional Sub 20 conquistó el clásico y accedió a la final del torneo ecuménico.
Días después, el equipo de Ferraro disputó la final ante Nigeria logrando un nuevo triunfo y una nueva copa que alimentaría las fastuosas vitrinas de nuestras Selecciones Juveniles.
Contexto
En 2004, Lionel Messi rechazó la oferta de vestir la camiseta de la selección española y decidió enaltecer la albiceleste. Justo un año antes, el adolescente rosarino hizo su debut con 17 años en la Selección Argentina, en la categoría Sub 20, en un amistoso ante Paraguay en el cual anotó su primer gol. Su siguiente compromiso fue ante Uruguay, partido en el que metió dos goles. Estos dos partidos le sirvieron al 10 para que fuera convocado al Torneo Sudamericano que se disputó a comienzos del 2005, primera competición con la Celeste y Blanca.
El pueblo argentino posó su mirada en la Pulga durante la Copa Mundial Sub 20 de Holanda. Allí empezamos a conocer la magia del actual capitán de la Selección Mayor. Sus goles, sus asistencias y su picardía lo elevaron a lo más alto de la competencia, ya que fue galardonado con el trofeo al mejor jugador y, además, se consagró goleador.
